Dado que nadie nace aprendido, la figura del entrenador de oratoria se está convirtiendo en un excelente apoyo para numerosos comunicadores que quieren mejorar en este campo. Comunicar con eficacia es un proceso de desarrollo personal a medio y largo plazo que conviene afrontar con método, conocimiento y criterio.
En realidad, existen dos maneras de aprender a hablar en público: a la brava o con el apoyo de un especialista. El primer caso, habitual en muchos profesores, abogados, médicos y otros profesionales en ejercicio, consiste en lanzarse a la piscina cuando no queda más remedio e ir ganando confianza mediante prueba-error. A la larga, impide conocer las propias debilidades y fortalezas; aunque en muchos casos acaba permitiendo desenvolverse en esta materia con aparente adecuación, no es un método adecuado. No pocas personas fracasan al acumular malas experiencias y carecer del apoyo necesario para interpretarlas, contextualizarlas y superarlas.
Es por ello que la figura del entrenador personal de oratoria está emergiendo con tanta relevancia. Permite trabajar este progreso de manera individualizada, con objetivos personalizados y un apoyo constante, tanto conceptual como emocional y motivacional.
Para qué sirve el entrenador de oratoria
El miedo oratorio siempre es consecuencia de tres factores: falta de preparación, falta de experiencia y exceso de responsabilidad. En todos ellos, los entrenamientos individualizados de oratoria se muestran extremadamente productivos. Tenemos la experiencia personal de una persona, con miedo oratorio que la incapacitaba para subirse a una tribuna a hablar en público, que en cinco sesiones fue capaz de hacerlo. Cierto es que cada caso es único, diferente, pero el método funciona.
El procedimiento que se aplica en estas sesiones supone:
- Ejercitación y prácticas constantes, siempre guiadas por el preparador.
- Conocimientos teóricos: pocos y claros, pero decisivos.
- Impulso al autoconocimiento y fijación de objetivos de mejora.
- Actividades y entrenamientos personalizados.
- Proceso de autocrítica.
- Feedback del mentor y del público (si lo hay).
Es el cóctel perfecto para poner en marcha el proceso de superación personal necesario en cada caso. Asegura, en consecuencia, el mejor aprendizaje al ritmo de todo interesado.
Mucho más que la acción oratoria
Cuando pensamos en aprender a hablar en público, solemos centrarnos solo en el momento de la acción oratoria, cuando estamos ante el público. Es muy importante, desde luego, pero no prioritario. En realidad, es consecuencia de cómo hemos hecho las cosas durante la preparación de esa comunicación. Es la punta del iceberg, lo que se ve; pero no lo único ni lo principal.
Por eso, el mejor entrenador de oratoria trabaja:
- La comunicación final con el público.
- Los estudios previos: tema, público, promotor y situación o contexto.
- La definición de la finalidad y los objetivos operativos.
- La concreción de la idea central y las secundarias.
- Cómo preparar el discurso: redacción y mapas mentales.
- Los sistemas de exposición: memorización, lectura, improvisación y recreación.
- Autoconocimiento y sistemas de compensación.
- Importancia y creación del guion para la acción oratoria.
- Superación de carencias y miedo oratorio.
- Creación de ayudas visuales.
- Convencer, persuadir y entretener al público.
- Hablar desde el corazón hacia el corazón.
- Adecuarse al público.
- Mejorar la preparación próxima y remota.
- Conocer y dominar los subgéneros oratorios.
- Leer en voz alta para comunicar.
- Improvisar.
- Recrear con eficacia, el mejor sistema.
- Contar buenas historias.
- Crear ayudas visuales.
- Aprovechar el lenguaje del cuerpo.
Y mucho más. En realidad, estas sesiones abordan todo aquello que impide el avance de la capacidad de comunicación oral de una persona. Y se hace de forma individualizada, específica y solvente. Con entrenamientos, actividades y ejercicios personalizados que permiten adquirir la preparación y la experiencia adecuadas para superar la responsabilidad y desenvolvernos con eficacia ante el auditorio.
Entrenamientos para hablar en público, ¿qué ventajas tienen?
Un entrenador de hablar en público no es un psicólogo ni un coach. No hace terapia, su figura es más parecida a la de un entrenador personal deportivo. Conoce a su alumno y preparara actividades, entrenamientos y ejercitaciones prácticas que le ayudan a crecer como comunicador. Y lo hace de forma siempre individualizada, cercana, motivadora y productiva.
Si bien es cierto que las sesiones grupales también son provechosas, el entrenamiento personal presenta algunas ventajas importantes que lo hacen más recomendable y eficaz en la mayoría de los casos:
- Impulsa el desarrollo personal, con objetivos individualizados y no grupales.
- Favorece la confidencialidad. Cuando entrenamos a políticos o altos cargos, es una cuestión muy importante. ¿Te los imaginas mostrando sus debilidades y carencias ante un público grupal?
- Crea vínculos de cercanía, confidencialidad y confianza que ayudan a crecer como oradores.
- Recurre a un trabajo individualizado, muy personal, que alimenta el crecimiento de cada interesado en la dirección adecuada.
- Se evitan las experiencias traumáticas y limitadoras que derivan del aprendizaje a la brava o en sesiones grupales mal planificadas.
- Lleva a cabo sesiones únicas, específicas para cada participante en su momento concreto de desarrollo oratorio.
- Permite identificar las fortalezas y las potencialidades, las debilidades y las amenazas de cada alumno. Así, se refuerzan y aprovechan las primeras y se reducen y compensan las segundas.
- Se fomenta una relación estrecha de confianza emocional que ayuda a vencer el miedo oratorio y a abrirse a los demás. El acompañamiento de este entrenador en las intervenciones importantes hace que los oradores se sientan muchísimo más cómodos, seguros y capaces durante los momentos más decisivos.
- Es un sistema flexible: se adapta a las necesidades horarias, conceptuales y prácticas de cada alumno.
No es de extrañar que los entrenamientos para hablar en público sean cada vez más demandados por toda clase de profesionales. Si eres profesor, maestro, abogado, opositor, médico, entrenador deportivo, terapeuta, comerciante, empresario, emprendedor, líder o participas en equipos de trabajo, estas dinámicas te ayudarán a desarrollar las competencias idóneas para aprovechar el mejor orador que llevas dentro.
No olvides que no se trata solo de dar discursos al uso, que también. Todos practicamos la oratoria permanentemente: ¿sabes que comunicamos incluso cuando no queremos hacerlo? Nuestro lenguaje del cuerpo se encarga de desvelar cómo nos sentimos. Así que ¿no prefieres tener siempre el control sobre lo que comunicas? Las conversaciones cotidianas ―en el trabajo, la familia y la sociedad en general―, las negociaciones, las reuniones de equipo, las acciones comerciales, las videollamadas, los videos para las redes sociales… son algunos ejemplos de acciones de comunicación en las que mejorarás con el entrenamiento personalizado debido.
Así que, no lo dudes: contar con un buen entrenador de comunicación oral es una decisión diferencial para impulsar tu comunicación, tu capacitación, tu imagen personal y tu currículo. En Zúmmum, ponemos a tu disposición al mejor preparador personal para hablar en público.
¿Quieres conocerlo? En este vídeo del programa Abrapalabra, de Antena Aragón, explica qué hace un entrenador de oratoria y cómo es capaz de ayudarte. Llámanos y mejora tus competencias de comunicación, mucho antes de lo que imaginas, con el escritor, divulgador y publicista Míchel Suñén, director de nuestra agencia y coautor del libro de máxima actualidad Nadie lo va a hacer por ti. Si quieres más información, en estos contenidos sobre hablar en público, escritos por él, puedes conocer su filosofía en los entrenamientos de oratoria. Llámanos al 972 39 46 09 o manda un e-mail a michelsunen@zummum.com. Podrás contarle tu caso y decidir después si quieres entrenar con él para superar tus actuales dificultades comunicacionales.
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